GALERÍA

Hay momentos que sobrevienen que ni siquiera se presienten. La publicación de un trabajo mío ha sido uno de ellos y el proceso hasta tenerlo entre mis manos ha sido toda una aventura. Otro de esos momentos que quedan grabados más allá del recuerdo, en el alma misma, ha sido el pasado 18 de diciembre, donde se me brindó la oportunidad de presentar y compartir mi primer poemario. A pesar de mi naturaleza un tanto cobarde para este tipo de actos, todo lo sucedido ese día transcurrió para mí como un maravilloso sueño. Poder estar con quien provocó cada uno de esos versos, aunque fueran unos pocos minutos, sentir el apoyo de mi aita y de mi ama, el cuidado y desvelo de mi compañero, que me llevó de la mano durante todo el acto y, para guinda, sentiros a todos y cada uno de los que no dudasteis en arroparme y sostenerme ante cualquier asomo de flaqueza por mi parte: mi familia, mis amigos… Sentí una jornada en la que respiraba amor, cariño, comprensión y alegría, unos sentimientos que tanto necesito, que tanto se necesitan, y más en estos tiempos complicados que nos toca vivir. Eskerrik asko, muchísimas gracias. Cualquier palabra me parece insuficiente para expresaros lo bien que me hicisteis sentir. Ese día, vosotros fuisteis lo verdaderamente importante de todo el acto.

Reseñas y noticias:

deia

 

el correo_24/03/21