Daily Archives: 9 de marzo de 2021

CARTAS

Están sentados en la mesa del comedor jugando a cartas y bebiendo cerveza. Ella lleva un pantalón corto y una camiseta de él sin nada debajo, además de unas de esas enormes zapatillas con forma de cabeza de elefante. Lo que él lleva no es importante. Charlan y ríen mientras el grifo de la cocina gotea sobre los platos de la cena aún sin fregar. De fondo, Chet Baker acompaña sus risas y llena los pocos vacíos entre sus palabras, cuando él pide silencio para estudiar sus cartas. A él no le gusta el jazz, pero no se queja, porque sabe que de alguna manera tiene que ser así. Ella baraja y le mira, pero él no se da cuenta porque está distraído pensando que quizás al día siguiente la lleve a ver la reposición de esa película francesa de la que ella tanto habla. A él el cine francés le gusta menos que el jazz, pero es que ella le gusta más que el boxeo. Después, él da un sorbo a su cerveza y la mira, pero ella no se da cuenta porque ya está repartiendo las cartas y pensando que en esta partida volverá a dejarle ganar.


– Luis Aragón Domínguez – (Cuentos hiperbreves)

CUANDO LA VIDA PARECE APRETAR

La vida no es fácil. Los días están llenos de obstáculos. Se complacen en medir tu resistencia. Pero van pasando y uno, mejor o peor, se va haciendo a ellos. Eso es la rutina.

Pero a veces esos días se aburren y te miran maliciosos pensando en recargar un poco más tu grado de tolerancia.

De pronto, algo se rompe en la organizada cadena de minutos amenazando tu agenda. Comprometiendo a aquellos que dependen de ti, de tus acciones, de tu respirar.

Es como si te sorprendiera una catástrofe de las que aparecen en televisión. Incapacitados para medir la intensidad con objetividad, arrastrados por el pánico, por el sentido de la responsabilidad que duele como un tatuaje recién hecho, que deja tu piel herida. Porque sucede cuando las circunstancias de tu realidad no permiten improvisar.

Y sientes la ansiedad respirándote en la nuca. El deseo de rendirte más acuciante que nunca. «Piensa», te exhortas, «piensa…» Y tu alma se estira, maltrecha,  intentando mostrarte el camino.

Cuando la vida parece apretar la cadena con la que tira de ti en algunos tramos del camino, emergen esos ángeles que te guardan. Invisibles a tu rutina, pero siempre atentos a tus señales de alarma.

De ahí, uno comprueba la veracidad de la sabiduría popular: «una de cal y otra de arena». No importa los reveses que crucen tu rostro, cuando tienes brazos que te confortarán y atenuarán las sacudidas.