ATARDECERES

Hay tardes extrañas
que acercan
—en sus mareas—
recuerdos lejanos
perdidos en los océanos del tiempo.

Revolviendo en su oleaje
nostalgias, cronología de la existencia,
que empujan las ventanas
cegadas en la memoria.

Y se alzan,
como imprevisible tormenta,
reanimando
emociones arrinconadas,
risas derramadas,
voces, cuyos ecos,
forman una melodía propia.

Idoia Mielgo Merino_firma

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