¿Qué viento, de repente, ha secado tu alma? *** Oh, si pudiéramos hundir las manos en el fondo del tiempo. ¡Y traerlas colmadas de las emociones antiguas! Si pudiéramos, de nuevo, leer las páginas que hemos dejado atrás en las estanterías del pasado entre el polvo de nuestra vida. ¡Minutos! Estampas inefables que colgamos en nuestra galería interior; galería encantada donde había una brisa que abría de repente las ventanas a un eco de canciones y de besos… ¿Quién ha cerrado nuestra galería? ¿Quién puso luto al sol? ¿Quién ha cerrado el libro de nuestros madrigales? ¿Qué te ha dejado fría? ¿Qué viento, de repente ha secado tu alma que no la encuentro? El tiempo sigue apagando lámparas alma loca, alma mía.