
Follow the Flow_Oakwood Station
Concepción Méndez Cuesta nació en Madrid el 27 de julio de 1898, y murió en el exilio en Ciudad de México el 7 de diciembre de 1986 a los 88 años. Fue una escritora, poeta, autora de teatro y guionista española, contemporánea de la generación del 27, especialmente conocida por su obra poética.
Pertenecía al grupo de las «Sinsombrero», nombre por el que son conocidas un grupo de mujeres artistas españolas nacidas entre 1898 y 1914. El nombre responde al gesto de quitarse el sombrero en público que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol. «Nos apedrearon llamándonos de todo», relata la misma Mallo en unas grabaciones hechas por TVE tras volver del exilio. Madrid fue la ciudad donde la gran mayoría de ellas residieron, estudiaron y desarrollaron su actividad artística. Abiertas a nuevos conceptos de modernidad y a las corrientes de vanguardia que provenían de Europa, recuperaron también la tradición popular. Profundamente comprometidas con su tiempo y su realidad social, su actitud fue rompedora y abierta, transformando el panorama cultural y artístico de una España convulsa. Sus aportaciones están todavía poco estudiadas y, en su gran mayoría, han quedado al margen de las antologías y los manuales de arte y literatura hasta nuestros días, aunque desarrollaron una actividad constante y destacada en campos tan variados como la escritura, la pintura, la escultura, la ilustración o la filosofía.
Concepción Méndez Cuesta fue, además de muy activa en el mundo literario, impresora, campeona de natación, amante del charlestón y el jazz, y una de las figuras más atractivas del panorama vanguardista español de los años veinte.
NI ME ENTIENDO NI ME ENTIENDEN
Ni me entiendo ni me entienden;
ni me sirve alma ni sangre;
lo que veo con mis ojos
no lo quiero para nadie.
Todo es extraño a mí misma,
hasta la luz, hasta el aire,
porque ni acierto a mirarla;
ni sé cómo respirarle.
Y si miro hacia la sombra
donde la luz se deshace,
temo también deshacerme
y entre la sombra quedarme
confundida para siempre
en ese misterio grande.
RECUERDO DE SOMBRAS
Sobre la blanca almohada,
más allá del deseo,
sobre la blanca noche,
sobre el blanco silencio,
sobre nosotros mismos,
las almas en su encuentro.
Sobre mi frente erguido
el exacto momento,
dices que en una sombra
vives en mi recuerdo.
Síntesis de las horas.
Tú y yo en movimiento
luchando viva a vida,
gozando cuerpo a cuerpo.
Dices que en estas sombras
vives en mi recuerdo,
Y son las mismas sombras
que están en mí viviendo.