GALARDONADOS CON EL PREMIO NOBEL DE LITERATURA. 1901. Sully Prudhomme

René François Armand Prudhomme, poeta y ensayista francés, nació en París, el 16 de marzo de 1839 y murió en Châtenay-Malabry el 6 de septiembre de 1907. Perdió a su padre —un pequeño comerciante de nombre Sully— cuando tenía dos años, y fue el nombre que sumó a su apellido a modo de seudónimo, siendo conocido desde entonces como Sully Prudhomme.

Fue el ganador del primer Premio Nobel de Literatura, otorgado en el año 1901, ya que su poesía elevada encajaba en la formulación de Alfred Nobel sobre las obras en una dirección ideal «… en reconocimiento a su composición poética, que da evidencia de un alto idealismo, perfección artística y una rara combinación de cualidades del corazón y el intelecto», según apuntó la Academia Sueca. Sin embargo, Prudhomme es un perfecto extraño para las generaciones de hoy. Su nombre y obra figuran tan solo en los círculos literarios más restringidos o en las instituciones dedicadas a la poesía francesa.

Prudhomme comenzó estudios de ingeniería, derecho y filosofía. Pero tras un problema ocular, abandonó su sueño de convertirse en ingeniero y decidió consagrarse a la poesía. En 1861 se unió al grupo artístico-literario «Conférence La Bruyère», una sociedad de estudiantes distinguidos que apreciaron sus poemas y que fue el trampolín para su carrera literaria.

En sus primeros intentos poéticos recibió el apoyo del poeta Leconte de Lisle; quien tuvo claro que Sully no era fiel a los ideales de la poesía clásica, sino que prefería expresar sus sentimientos interiores. A los veinticuatro años tenía ideas claras sobre el papel de la poesía y los poetas: contrario a la exasperación del romanticismo, Prudhomme entendía el arte como la expresión pura de la belleza, libre de cualquier influencia exterior, tan impersonal y no contaminada por el compromiso social o político.

Publicó su primer libro de poemas a los 26 años (1865). Sus primeros versos, aparecidos en el libro «Estrofas y poemas» (Stances et Poèmes) que en 1879 le valieron el Premio Pulitzer, son de carácter lírico y melancólico. Entre ellos se cuentan «El jarrón roto» (Le Vase brisé), su poema más conocido y celebrado.

EL JARRÓN ROTO
El vaso donde muere esta verbena
un golpe de abanico lo rompió
el golpe lo debió rozar apenas,
pues ni un leve ruido se advirtió.
Mas no obstante, la leve rozadura
fue rajando el cristal muy lentamente
y con avance invisible y muy seguro
completamente roto lo dejó. […]

Traducción de Max Grillo

Después, Sully Prudhomme se vinculó al grupo del Parnaso, en el seno del cual publicó numerosos poemas a través de la revista «Le Parnasse Contemporain» que fundó el editor Alphonse Lemerre. Lo formaban un grupo de poetas que, siguiendo la tradición de Théophile Gauthier, quería escribir con un estilo clásico y formalmente elegante. Según el catedrático de literatura francesa de la Universidad de Murcia, el Parnaso no fue una escuela literaria. Encabezada por el también poeta Leconte de Lisle, fue más bien un grupo de escritores interesados principalmente en la belleza formal. Y dentro de esta corriente, Sully Prudhomme fue el autor que se abrió más a las emociones íntimas, a los impulsos de la conciencia. Es un autor de palabra precisa, de rima sólida y verso bien hecho. Los poemas sentimentales son los más numerosos de esta primera parte de su vida.

Combinó un respeto parnasiano por la perfección formal y la elegancia con intereses filosóficos y científicos, que se revelan, por ejemplo, en la traducción, en 1878, del libro «Sobre la naturaleza de las cosas» (Rerum Natura), que Cicerón publicó a Lucrecio, poeta y filósofo romano (99-55 a.C.). Lucrecio defendía en su poema didáctico las doctrinas epicúreas y afirmaba, entre otras cosas, que se debía guiar la vida por los principios de la verdad. Más tarde, Sully Prudhomme expresó su pensamiento filosófico, a veces difícil de entender, a través de la poesía, bajo la forma de diálogo en su libro «La justicia» (1878). Una obra de árida lectura que terminaría alejándolo de sus contemporáneos y de los lectores debido a que en ella se refería a conceptos abstractos, que necesitaban numerosas citas a pie de página, entre otros.

A pesar del trasfondo melancólico de sus poemas y la mirada epicúrea del mundo fue considerado el poeta de la vida, de la alegría, de la belleza, la energía y la novedad. Levantó la poesía de la penumbra en que la había sumido el pesimismo durante toda una generación y le insufló la creencia de que el camino hacia la felicidad pasa por el dolor, el autosacrificio y el amor fraternal.

En 1881 fue elegido miembro de la Academia Francesa, ocupó el sillón número 24 en el que también se han sentado personalidades destacadas como el escritor y ensayista Jean de la Fontaine y el matemático y físico Henri Poincaré. Durante sus últimos años de vida se vio apartado de toda actividad debido al recrudecimiento de su parálisis. Cuando en 1901 obtuvo el premio Nobel, con el dinero recibido, instituyó un premio de poesía dentro de la «Sociedad de los hombres de letras» y, al año siguiente, junto con José María de Heredia y León Dierx dio vida a la «Sociedad de los poetas franceses».

RENACIMIENTO
Me gustaría, con los ojos cerrados,
olvidar, renacer y disfrutar
la novedad, la flor de las cosas,
que la edad hace que se desmaye.
Saludaría de nuevo la luz,
pero iría abriendo lentamente
mi alma virgen y mis párpados
para saborear mi asombro.
Adivinaría por mí mismo
esos secretos que se nos enseñan.
Yo solo iría hacia los seres que amo
y les pondría nombre;
Asombrado por los azules abismos
donde el verdadero Dios parece dormido,
escondería mi llanto sublime
en versos que suenan infinitos;
Y para ti, mi primer poema,
oh mi amada, oh mi dolor,
rompería con un grito supremo
un verso frágil como una flor.
Si existe para nosotros un mundo
en el que se suceden días mejores,
que su faz no sea redonda,
sino que se extienda siempre, siempre.
Y que la belleza, de puro sabida
olvidada de continuo,
en una sorpresa incesante
nos proporcione una felicidad completa.

SU OBRA
Poesía

  • Stances et Poèmes, 1865.
  • Les Épreuves, 1866.
  • Les Solitudes, 1869.
  • Les Destins, 1872.
  • La France, 1874.
  • Les Vaines tendresses, 1875.
  • La Justice, 1878.
  • Le Bonheur, 1888
  • Épaves, 1908

Prosa

  • Oeuvres de Sully Prudhomme(poesía y prosa), 8 volúmenes, A. Lemerre, 1883-1908.
  • Que sais-je? (filosofía), 1896.
  • Testament poétique (ensayos), 1901.
  • La vraie religion selon Pascal (ensayos), 1905.
  • Journal intime: lettres-pensées(diario), A. Lemerre, 1922.

Ensayo

  • «La tour Eiffel, discours de M. Sully Prudhomme» discurso sobre la torre Eiffelpublicado en la Revue scientifique (France), 20 de abril de 1889.

 

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