MAREJADAS

Se despliega la mirada,
resplandor rojizo
que baña el alma toda
y la sublima,
que impulsa los latidos
derramándose
en anhelos que despiertan
sin prudencia,
el juicio se paraliza y libera
todo lo incierto
y lo imposible de la mano,
mas nada hay
en ese océano insondable
capaz de contenerse
o razonarse,
nada hay
que cuando todo se desborda,
pueda alzar diques
que de su ímpetu nos guarden.

Tras la niebla

Idoia Mielgo Merino_firma

 

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