Te irás, me lo anuncia tu mirada, se anticipa a tus labios conminados a guardar silencio, y se manifiesta el dolor en un jadeo del alma.
Te irás, y te llevarás contigo la postrera esperanza en el amor que aún conservaba a la sombra del miedo, se hundirá en un abisal mar de lágrimas engullendo la memoria de lo que fue.
Te irás, marcado como a fuego el tacto de tu mano en la mía, caricia que sanaba las alas de mi fantasía, cenizas que hoy contemplo en esta despedida.