ÚLTIMO VUELO

Algunas noches, que se parecen a esta,
suenan ahí afuera voces
que me templan por dentro,
y entonces,
surgen extraños versos
que titilan como sueños indecisos.
No hay ni una gota de ron en el vaso
y las sombras son,
por así decirlo,
ese turbio mensaje de sima y locura.
En esas noches de dolor secreto
los relojes se quiebran
para contemplar con calma
el rostro fermentado de mis días.

En esa quietud, piedra a piedra,
deletrear los abismos con tanto sosiego
es iniciar el último vuelo.

(Imanol Bueno Bernaola) —La nieve cubriendo el patio

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