PALABRAS

Al volver a casa se sentó frente al televisor apagado. La habitación estaba a oscuras y no había ningún ruido que le molestase. Aquel silencio le hizo recordar las palabras que ella acababa de susurrarle al oído, todavía las escuchaba dentro de su cabeza con tal precisión que parecía que ya no estaba solo. No quería levantarse ni que volviese el silencio, se sentía tan bien que hasta una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Apoyó su cabeza en el sofá y cerró los ojos. Era tarde y estaba cansado, pero no quería dormir porque sabía que el sueño le arrebataría lo poco que le quedaba de ella. Después de unos minutos se levantó, se puso el pijama, se lavó los dientes y se metió en la cama. Al apagar la luz y recostarse volvió a escuchar de nuevo aquellas palabras en su cabeza, volvió la sonrisa a su rostro y se quedó dormido.

Mr. Mckenzie

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